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Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria
Egilea: Virginia Tamayo Salaberria
Argitaletxea: Erein
Orrialde kopurua: 320
ISBN: 978-84-9746-452-9
Ezaugarriak: Los problemas que padece actualmente
Vasconia distan de ser una novedad. De hecho, la tragedia viene siendo, desde
hace varios siglos, fiel e incondicional compañera de los vascos. Sin
embargo, y en contra de lo que pudieran creer algunos ingenuos y desear muchos
ladinos, la intensidad de la tragedia vasca no es ni mayor ni menor de la
que padecen o han padecido otros muchos pueblos a lo largo de su historia.
Basta con lanzar una mirada a los países vecinos de la civilizada Europa
occidental (con dos guerras mundiales terribles en pleno siglo XX) para percatarnos
de ello. Por ello, en contra de tantas necedades que se han escrito sobre
el conflicto vasco, no son los genes, la idiosincrasia, o el carácter
sino, sobre todo, las circunstancias históricas, sociológicas,
políticas, etc., las que marcan el destino de los seres y las colectividades
humanas.
Las peculiares circunstancias históricas en las que se ha desarrollado
Vasconia han hecho del mismo un país ciertamente difícil. En
el ámbito interno los vascos han mantenido una secular dispersión
en entidades políticas independientes unas de otras, y en el ámbito
externo han estado divididos mediante una frontera que separa a dos Estados
con intereses casi siempre encontrados. Por ello, Vasconia siempre ha carecido
de un centro, de un eje, en el que anclar su propia existencia. Como acertadamente
señalara J. M. de Azaola, en el caso de Vasconia, puede hablarse de
su eje fisiográfico o de su centro topográfico; pero no de su
eje ni de su centro histórico, político, económico, cultural;
porque ha tenido varios, y estos se han desplazado de un lugar a otro, y nunca
los del mismo orden han coincidido en el mismo punto, a no ser en el interior
de cada una de sus partes.
La ausencia de ese centro ha provocado históricamente enormes dificultades
tanto a la hora de afirmar la propia existencia del país como de determinar
sus límites y su contorno específico. El grado de indeterminación
y confusión ha llegado hasta el extremo de que, todavía en el
momento actual, los vascos carecemos incluso de un vocablo o un nombre unánimemente
aceptado para denominar al propio país.